Prótesis dental

En el caso de que no sea posible colocar una prótesis fija, especialmente en personas de edad avanzada, pueden colocarse prótesis removibles, las conocidas como dentaduras postizas, que durante el día permiten devolver la normalidad a una boca sin dientes a la hora de masticar, hablar y lucir la sonrisa; y que por la noche se extraen de la boca para facilitar su limpieza y permitir que la encía se oxigene.

Las prótesis dentales se diseñan y construye a la medida de las características y necesidades físicas de cada persona, ya que debe adaptarse perfectamente a los tejidos y la forma de los maxilares o soporte en los que se mantiene, de modo que no pueda moverse o despegarse.

La prótesis dental removible se debe limpiar después de cada comida o, al menos, una vez al día si se utiliza algún tipo de adhesivo para fijarla mejor a la encía. Hay que cepillarla para evitar la formación de sarro y las manchas que causan ciertos alimentos. Para llegar a las partes más inaccesibles para el cepillo, se deberá sumergir la prótesis en una solución limpiadora. Para finalizar, un último consejo: no es conveniente dormir con ella, ya que los tejidos de apoyo necesitan descansar del esfuerzo realizado durante el día.
La utilización de las prótesis removibles requiere un periodo de adaptación por parte del paciente. Durante este periodo, el odontólogo realizará las adaptaciones y correcciones que sean necesarias. Es fundamental aquí que el paciente sea responsable a la hora de cuidar y lavar diariamente su prótesis, así como acudir periódicamente a su clínica dental para revisiones de control.