Periodoncia

En primer lugar, se hace un estudio personalizado a través de radiografías específicas para evaluar el estado y la gravedad de la enfermedad periodontal del paciente, lo que es imprescindible para un diagnóstico óptimo y un posterior plan de tratamiento dental efectivo.

Para tratar la gingivitis, se efectúa una limpieza bucal con objeto de eliminar la placa bacteriana y el sarro. Además, se debe educar al paciente explicándole los criterios necesarios de higiene bucal para que no vuelva a aparecer. En general, todas las personas deberían ir a la consulta del odontólogo para que se les realice una limpieza bucal al menos una vez al año. Si no es así, es fácil que la gingivitis progrese y se convierta en periodontitis con la acumulación de placa bacteriana y sarro por debajo de la línea de la encía y la formación de bolsas periodontales. Esto dañará la raíz del diente y la estructura ósea y de tejidos que lo sostiene.

En las fases más incipientes de esta enfermedad, el tratamiento es un curetaje, con el que se raspa y alisa la raíz del diente y se elimina la placa bacteriana y el sarro de las bolsas periodontales. Sin embargo, si la enfermedad está en fase avanzada, podría ser necesario practicar una cirugía periodontal, así como utilizar técnicas para regenerar el hueso que se haya perdido.
Tras el tratamiento de periodoncia, es conveniente un mantenimiento sostenido cada 3 ó 6 meses, consistente en la visita periódica al odontólogo para que éste revise la situación de cada pieza dental, evalúe la higiene bucal del paciente y realice una limpieza de mantenimiento.