En muchas ocasiones, una caries puede llegar a crear una cavidad muy profunda en el diente, llegando a la parte interna del mismo y afectando al tejido nervioso. En esos casos, el paciente acusa dolor en la pieza dental afectada y, si la lesión así lo permite, lo normal es que se realice una endodoncia. Pero, ¿puede haber dolor después de una endodoncia?
Una endodoncia es un tratamiento odontológico que consiste en la remoción del tejido nervioso presente en la cavidad pulpar y conductos radiculares, la desinfección, sellado y reconstrucción del mismo. Es una intervención que repara, sin llegar a perderla, piezas muy dañadas por caries profundas. Por eso, las endodoncias son consideradas un tratamiento conservador.
Cómo es el dolor antes y después de una endodoncia
Antes de realizar la endodoncia, debemos saber que el dolor está causado por la caries, que ha llegado al nervio. En la mayoría de los casos, ha producido un proceso infeccioso en el mismo, pudiendo incluso aparecer un flemón.
El dolor previo a una endodoncia suele describirse como de tipo punzante, muy intenso y continuo, que suele sentirse más por la noche, cuando el paciente está tumbado y cuando las temperaturas bajan. También en cuanto se ingieren alimentos o líquidos calientes o muy fríos. Con estos síntomas, antes de realizar la endodoncia, el odontólogo puede recomendar analgésicos o, si fuese necesario, tratamiento antibiótico para mitigar el dolor y la infección de forma temporal, a fin de poder realizar el tratamiento.
Mientras se realiza la endodoncia y en las posteriores horas, la anestesia local hace que el dolor desaparezca. Cuando desaparece el efecto de la anestesia, es algo normal sentir algo de dolor después de la endodoncia, ya que toda la zona alrededor de la pieza endodonciada (hueso, ligamento periodontal, vasos sanguíneos…) han sido manipulados y sufren cierta inflamación como consecuencia de las maniobras y las técnicas necesarias para realizar la endodoncia.
Pero este dolor después de la endodoncia, por lo general, desaparece a los pocos días. El grado de inflamación que se produce puede ser mayor o menor en función de muchos factores, como son la edad del paciente, la condición de salud previa, el grado de infección que sufría el diente, el tiempo necesario para realizar la endodoncia o la existencia de complicaciones durante el tratamiento. Al igual que esto, la percepción del dolor después de una endodoncia no es la misma en todos los pacientes, por lo que hay que tener en cuenta la sensibilidad de cada persona.
Ventajas de realizar una endodoncia
Por lo general es un tratamiento que tiene muchas más ventajas que desventajas.
- La principal: conserva la pieza dental en la boca. No hay que extraerla.
- Se trata de una intervención con anestesia local casi indolora.
- Con la endodoncia se elimina la infección y también desaparece el dolor.
Recomendaciones para prevenir una endodoncia
La mayoría de las veces, la necesidad de realizar una endodoncia viene dada por la existencia de una caries profunda que no se ha tratado cuando se debería. También puede ser por causa de una erosión o desgaste muy severo de los dientes (en personas bruxistas), de forma que afecta al nervio. Y el motivo más fortuito, puede ser por un traumatismo en el diente que provoca la necrosis del mismo (muerte del nervio o pulpa dental). Salvo las dos últimas causas que son circunstanciales, las endodoncias se pueden prevenir.
El desgaste de los dientes se puede tratar a tiempo utilizando una férula de descarga. También se debe limitar el consumo de bebidas ácidas y carbonatadas para evitar la erosión dental.
Para prevenir la caries, lo principal es tener una buena higiene bucodental y cepillarse los dientes siempre después de las comidas. Se debe utilizar una pasta dental con flúor y, muy importante, seguir una alimentación equilibrada y baja en azúcares. Si aun tomando estas precauciones aparece la caries, esta debe tratarse de forma temprana. Así sólo habrá que realizar un tratamiento poco invasivo, evitaremos sentir dolor y que se agrave porque llegue al nervio del diente.
La revisión dental, un factor muy importante
Como hemos comentado anteriormente, lo más importante para evitar el dolor después de una endodoncia es no llegar a tener que realizar este tratamiento. Para ello es fundamental diagnosticar una caries a tiempo. ¿Y quién es capaz de diagnosticar las caries? Exacto, el dentista.
La visita anual al dentista debe incluirse en nuestra rutina. Las revisiones dentales son muy importantes porque es donde se comprueba el estado de nuestra boca y se pueden ver las caries incipientes antes de que se tornen graves.
Además, los odontólogos pueden realizar pruebas radiológicas donde se pueden encontrar caries que a simple vista no se ven, como las interproximales (entre diente y diente) e, incluso, infecciones que son asintomáticas para el paciente (no duelen) pero que se deben tratar para que no deriven en otras patologías más graves.
Por eso, se recomienda acudir a consulta y realizar una limpieza dental, por lo menos, una vez al año, ya que hay veces que no basta con solo cepillar los dientes.
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